En pleno siglo XXI, presumiendo de que a medida que avanzamos en las generaciones somos de mente más abierta, es sorprendente ver como aún queda un gran número de personas que no conciben la igualdad entre personas del mismo sexo o de la misma raza, por ejemplo.
Cuando nacen, los niñ@s observan al mundo como una igualdad, sólo los distingue como seres humanos similares a él pero más grandes.
A medida que van creciendo, se van dando cuenta de que dentro de la raza humana existe distintas razas, distintas preferencias sexuales o distintos niveles de vida en cuanto al plano económico.
Educar a vuestros hijos en la igualdad es fundamental para que el día de mañana todos sean de mente más abierta y de verdad se vea con normalidad que todos somos iguales, que nadie es menos que nadie y, sobre todo, que nadie es menos que nadie.
Cuando se empiezan a dar cuenta de que existen distintas razas, es fundamental explicarles que ellos son igual que nosotros sean del color que sean, tengan los ojos ovalados o más estirados, etc. Tendremos que explicarles que esas diferencias entre nosotros (caso de raza europea) sólo se debe a la genética y al proceso de adaptación del ser humano ante las distintas condiciones adversas de la Tierra.
Cuando se empiezan a dar cuenta de en qué consiste la sexualidad, tenemos que enseñarle a nuestros hijos que, aunque lo más común es ver a un hombre con una mujer, todo el mundo puede querer a todo el mundo y que dos hombres se quieran o que dos mujeres se quieran no es objeto de discriminación, ya que nadie tiene que estar obligado querer a alguien de su sexo contrario, que todo el mundo puede querer a quien quiera. Se debe invitar a los niños a expresar sus sentimientos en cuanto a esta cuestión.
Cuando se empiezan a dar cuenta de qué es el dinero, para que sirve y que importancia tiene, es importante hacerles ver que todos somos iguales independientemente de la cantidad de dinero que se tenga. Vuestro hij@ observará, con los años, que hay gente que posee más dinero que otra, pero es esencial enseñarle que no hay que discriminar a nadie por la cantidad de dinero que posea. Enseñar que da igual la cantidad de dinero que se tenga, que no influye y que eso sólo es una cosa del destino, que nadie elige ser pobre o rico.
Con todo esto, y a modo de fin de este post, es fundamental crear a los hij@s en la IGUALDAD, enseñando que TODOS SOMOS IGUALES.
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