Se entiende por traumatismo a aquellas lesiones producidas
de forma brusca por agentes externos a nuestro organismo.Normalmente son los niños los que reciben el mayor número de
golpes, siendo más frecuentes los craneoencefálicos y dentarios.
El motivo más frecuente de traumatismo en niños se debe a
caídas de altura, accidentes de tráfico y de origen deportivo, dando lugar a
fracturas. En los niños son más frecuentes las fracturas de las extremidades
superiores. Las fracturas abiertas son principalmente causadas por accidentes
de circulación, y requieren varios días de evolución.
El tratamiento en este tipo de traumatismos, será la
administración de analgesia, escayolamiento de la extremidad afectada,
tratamiento quirúrgico.
También son muy frecuentes los traumatismos dentales, es muy
importante diferenciar si el accidente compromete a un diente deciduo (leche) o
a un diente permanente.
Los dientes más afectados suelen ser los incisivos
(superiores o inferiores) y el diente puede resultar quebrado (en una o varias
partes), desplazado o totalmente removido de su lugar (avulsión dentaria). El
niño experimentará dolor, sangrado e incluso tumefacción a nivel de la encía y
cara. Ante una situación así, se deberá actuar de la siguiente manera:
- Si existe sangrado hay que colocar un trozo de gasa
seca o un pañuelo limpio sobre el área y ejercer presión. Lo más práctico es
que el niño muerda la gasa y más aún cuando el diente se salió.
- Tranquilizar al pequeño y asegurarle que entre el
dentista y tú le ayudarán a solucionar el problema.
- Si el diente se parte hay que localizar el o los trozos
que falten, lavarlos con agua corriente y llevarlos al odontólogo en un vaso
con leche, para intentar reconstruirlo.
- Si hay hinchazón se debe aplicar una bolsa de hielo
sobre la zona afectada o darle de tomar helado (palito de agua).
- Si hay dolor será necesario administrar un analgésico
por vía oral, ya sea ibuprofeno o dipirona.
Los niños que sufren traumatismos dentales con
desplazamiento, avulsión o rotura de piezas dentarias deben ser valorados por
un especialista en la mayor brevedad posible. Los dientes pueden ser reimplantados,
reparados o reconstruidos según las posibilidades de cada situación.
Y el otro tipo de traumatismo frecuente en los niños son los
traumatismos craneoencefálicos, ya que reciben el mayor número de golpes en el
área de la cara y la cabeza. En este tipo de traumatismos hay que tener en
cuenta unos signos que pueden indicar gravedad como: cambios de conducta
(extrema excitación o decaimiento), náuseas y vómitos, sangramiento o expulsión
de líquidos por los oídos o por la nariz, fiebre, problemas de equilibrio, convulsiones
o movimientos musculares atípicos, pérdida de conocimiento, palidez, sudación
fría, entre otros.
BIBLIOGRAFÍA
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