Las vacunas son un tipo de preparación que requieren un especial cuidado a la hora de su transporte y conservación hasta su aplicación. En ocasiones, un manejo inadecuado de las mismas hace que pierda su eficacia.
En los últimos años, es bien sabido por las familias, que algunas vacunas que son recomendables en niñ@s no están financiadas por la Seguridad Social, por lo que son de pago. Estas familias, tienen que comprar las vacunas en farmacias y llevarlas a un centro de salud para ser administrada por un profesional sanitario, ya que ante una reacción adversa a un niñ@ se le debe garantizar la atención.
Pero en caso de no poder comprar la vacuna justo en el momento previo a acudir a su administración, se debe garantizar una correcta conservación y transporte teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
Mantener la cadena de frío. Se transportaría
en cualquier bolsa si la distancia al domicilio es corta. Si no es así, se
deberá meter en una nevera isotérmica, evitando que se congele, hasta llegar a
casa y guardarla en la nevera manteniendo una temperatura entre
2 y 8 ºC.
Proteger de la luz solar. Existen muchos medicamentos, incluidas las vacunas, que se deterioran con la luz solar y pierden su efectividad. No se deben sacar de la caja hasta el momento en el que se vayan a administrar.
Comprobar fecha de caducidad. Es muy importante comprobar la fecha de caducidad antes de administrar. Es muy común, sobre todo cuando se compran varias dosis de una misma vacuna, que en el momento de ir a poner la última dosis, ésta ya no sirva ya que sobrepasa su periodo de validez.
Finalmente, es
recomendable comprar la vacuna de una en una ya que el mantenimiento y la
conservación en farmacias es mucho más seguro que en casa; evitando así una equivocación.
BIBLIOGRAFÍA
http://vacunasaep.org/familias/transportar-y-conservar-vacunas-de-la-farmacia
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