Hoy en día, según algunas encuestas, uno de cada tres hogares tiene un perro. Por distintas razones en estos últimos años la adquisición de mascotas ha aumentado, en concreto de perros.
El tener un perro, requiere de una serie de requisitos o compromisos. Pero es indudable los innumerables beneficios que estos proporcionan, sobre todo en niñ@s, siendo muy beneficioso en su desarrollo ya que su relación es muy especial.
El título de mejor amigo del hombre le viene de lejos ya que es un innegadable reflejo de fidelidad, alegría, compañía, afecto, etc. A veces, el apego de los niños al animal es tan fuerte que finalmente cuando la mascota desaparece origina gran dolor.
Tener un perro implica que se debe cuidar y para los niñ@s implica el tener la responsabilidad de cuidar a otro ser vivo y sus necesidades. Aunque en ocasiones, despues de tanta súplica y de prometer que el niñ@ se encargará del perro, serán los padres los que acabarán responsabilizándose.
Además, existen numerosos beneficios psicológicos que los animales aportan a los niños pudiendo hasta ser empleados con fines terapéuticos.
Sin embargo, nunca debemos olvidar ciertos aspectos a tener en cuenta, ya que se debe enseñar a los niños a tratar a los animales. Un perro se puede convertir en compañero de juegos de los nin@s siempre y cuando se explique a los niños que un animal no es un juguete y que no todo sirve, ya que los animales ante una situación pueden reaccionar de una manera negativa, pero nunca crear ningún tipo de ansiedad ni miedo.
Siempre se debe dejar que el perro reconozca al niñ@ dejando que le huela y seguidamente lo aceptará y seguidamente se educará al animal para que respete al niñ@, sin que muerda, arañe, etc, ya que los niñ@s cuanto mas pequeños tienen menos capacidad para defenderse.
Finalmente, os dejamos el enlace de un estudio que se realizó en 2014 sobre el vínculo que puede llegar a existir entre niños y mascotas.
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