Una hernia umbilical consiste en una salida del contenido abdominal a través de un punto débil del anillo umbilical porque existe un defecto en el cierre de esta pared. Es una trastorno benigno que se ha producido por el no cierre de anillo umbilical.
Se presenta durante los primeros meses del bebé, aunque también es común en niños más grandes, adolescentes y adultos.
Este tipo de hernias se manifiestan porque con el llanto del bebé se produce una leve elevación cerca de la zona del ombligo por el aumento de la presión en el interior del abdomen cuando el bebé llora.
Es más una alteración estética que si se presiona es blanda al tacto y que se puede volver a meter hacia dentro.
Para diagnosticar una hernia umbilical se puede hacer a simple vista, en casos excepcionales y poco comunes en los bebés, se puede recurrir a realizar pruebas diagnósticas como un TAC o una ecografía.
El tratamiento consiste, en la mayoría de los casos, en dejarla curar espontáneamente no poniendo fajas umbilicales ni esparadrapos al bebé. En otro tipo de casos, se acude a la intervención quirúrgica (sobre los 3 años) a través de una hernioplastia. También se recurre a la cirugía si la hernia del bebé es muy grande o hay estrangulamiento del intestino. Es una intervención muy sencilla.
BIBLIOGRAFÍA
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