La infección urinaria, es una infección de las vías
urinarias, siendo más comunes en las niñas. Este tipo de infección, puede
afectar distintas partes de las vías urinarias, como puede ser, a la vejiga (cistitis),
a los riñones (pielonefritis) y a la uretra (conducto que saca la orina desde
la vejiga hacia fuera).
Las infecciones urinarias, se deben principalmente a la entrada
de bacterias a la vejiga o a los riñones. Existen distintos factores, que facilitan
el acceso o la permanencia de bacterias en tracto urinario:
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Reflujo vesicoureteral.
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Enfermedades del sistema nervioso o del cerebro que
dificulten vaciar la vejiga.
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Prendas de vestir demasiado ajustadas.
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Anomalías congénitas o cambios en la estructura del tracto
urinario.
-
Limpiarse de atrás (cerca del ano) hacia delante después
de ir al baño.
Los niños pequeños con infecciones urinarias, pueden
presentar fiebre, vómitos, falta de apetito o no tener síntomas.
Por otro lado, los síntomas que se suelen presentar cuando la
infección sólo involucra la vejiga son:
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Orina turbia.
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Olor de la orina fuerte o maloliente.
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Sangre en la orina.
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Dolor o ardor al orinar.
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Necesidad urgente o frecuente de orinar.
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Dolor o presión en la parte inferior de la pelvis o en
la espalda baja.
Si la infección, se ha diseminado a los riñones, puede ser más
grave y los síntomas que se dan, son los siguientes:
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Fiebre.
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Náuseas y vómitos.
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Dolor intenso en la zona abdominal.
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Piel
ruborizada, caliente o enrojecida.
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Escalofríos
con temblores.
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Dolor
lateral (costado) o de espalda.
Para el diagnóstico de las infecciones urinarias, es necesario
una muestra de orina. Si es la primera vez que el niñ@ tiene una infección
urinaria, se pueden llevar a cabo una ecografía del riñón y una radiografía tomada
mientras el niñ@ está orinando, para averiguar la causa de la infección o para
ver si hay algún daño en el riñón.
BIBLIOGRAFÍA
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